Ritidoplastia o lifting facial: ¿en qué consiste esta cirugía de rejuvenecimiento?

El envejecimiento es un proceso natural, progresivo e inevitable. A partir de los 40 años, comienzan a evidenciarse signos como flacidez, arrugas profundas, surcos marcados y pérdida de tono y volumen facial. Aunque es imposible detener el tiempo, sí es posible rejuvenecer el rostro de forma segura y natural mediante una técnica quirúrgica efectiva: la ritidoplastia, también conocida como lifting facial.

¿Qué es la ritidoplastia o lifting facial?

La ritidoplastia (o ritidectomía) es un procedimiento quirúrgico que busca mejorar los signos visibles del envejecimiento facial, especialmente en el rostro y cuello.

Durante la cirugía se realiza:

• Remoción del exceso de piel
• Reposición de los músculos faciales
• Reubicación de los compartimientos grasos
• Estiramiento natural y estratégico de la piel

El objetivo es lograr un rostro más armónico, respetando la expresión natural del paciente, sin efectos artificiales ni tensión excesiva.

¿Qué mejora la ritidoplastia?

• Flacidez en mejillas y cuello
• Pérdida de la línea mandibular
• Surcos nasogenianos profundos
• Caída de los tejidos del tercio medio
• Papada y bandas en el cuello
• Arrugas marcadas en cara y cuello

Tipos de ritidoplastia según las zonas a tratar

No todos los pacientes requieren un lifting completo. Según las necesidades de cada rostro, se pueden intervenir áreas específicas: